Cuando baja la marea deja ver universos surreales que afloran, por un lado en las playas piscinas pequeñas de agua caliente como jacuzzis naturales y por otro los arrecifes puntiagudos cuna de vida y de todos los sonidos. Estoy seguro que cuando Lovecraft trataba de describir Izmuth se refería a esto, si hubiese conocido éstos arrecifes le hubiese sido posible describirlos.
El mangle, las ensenadas, los arrecifes, los humanos, los animales, insectos, moluscos y todos sus dioses bendicen esta tierra con acciones necesarias para su supervivencia (hubo un tiroteo la noche de ayer, conjeturamos que es así como la isla se cuida) mas allá de la conciencia de sus moradores y de la incompetencia de sus gobernantes, todos son afuereños.
La vida así vale una fortuna vivirla, así sea por unos pocos días, huyendo de ese otro mundo cada vez más controlado de la ciudad, y que está a un hervor de descontrolarse.
Muisne desde dentro, rebasa toda expectativa, en todo sentido, para bien, para despertar conciencia, saberes y unidad.
Acá la gente baila en la calle, y todos los días, posiblemente un 1% usa mascarillas en la isla, en el continente posiblemente un 10%, de lo que se conoce ha habido una persona fallecida por la pandemia, puesto que alguien de fuera llegó e hizo una fiesta. Cuando alguien enferma le cuidan con su medicina, plantas y humos, y si por mala fortuna lo deben llevar a un hospital provincial, es para morir.
Gracias infinitas: Paolo, Carlos, Gino, Mononatura https://www.facebook.com/mononatura1 https://www.facebook.com/paolo.realpemina https://www.facebook.com/muisnedesdeadentro Gabriela Paredes Porras de WanderBus https://www.wanderbusecuador.com/how-it-works/ | Regresar a la doble mascarilla un reto que cuestiona nuestro cotidiano. |